Unidad de Terapia Ocupacional

La Terapia Ocupacional utiliza la ocupación como principal herramienta de intervención, esta se define como las actividades que realizamos diariamente las cuales son parte de un contexto físico y social que brinda un significado único a cada persona.

Las ocupaciones pueden ser productivas/escolares, de ocio/juego y actividades de la vida diaria y son desarrolladas en todas las etapas del ciclo vital. Su desempeño tiene implicancias directas en el salud física y psicológica.

Toda la población sanos o aquejados por alguna problemática pueden ver afectada la participación en una o varias de sus ocupaciones. Por ello, el objetivo del terapeuta es que cada persona desarrolle una vida ocupacional satisfactoria que se relacione a sus intereses, valores, interacción con otros, cultura y aprendizaje.

En la intervención con niños se evalúa su capacidad exploratoria, sus motivaciones, intereses, la participación en sus actividades diarias, respuesta ante desafíos o tolerancia a la frustración, resolución de problemas, toma de decisiones, desempeño en rutina o roles, desempeño en su ambiente escolar o familiar y sus habilidades sociales o motoras. De esta manera, se pueden incluir niños que presenten una discapacidad, trastorno o conducta que dificulte su desarrollo físico, emocional o cognitivo y que impacte en el desempeño de sus ocupaciones diarias.

En el caso de los adultos se evalúan las motivaciones de la persona, su sentido de eficacia y de control, sus intereses, metas personales, rutina, la adaptabilidad a los cambios, la participación de roles (trabajador, estudiante, padres), cumplimiento de obligaciones o responsabilidades y, por último, habilidades sociales, cognitivas y físicas. Puede involucrar a padres confundidos en su rol, estudiantes desorientados en momento de plantearse metas productivas de estudio, insatisfacción con su rutina, diferencias con sus ambientes, confusión ante decisiones u objetivos, personas cesantes, jubilados, minorías étnicas o sexuales, adolescentes en situación vulnerable, personas en situación de discapacidad, etc.

El proceso de intervención se basa en un trabajo colaborativo en conjunto con la persona y consta de 4 etapas:

  1. Proceso de evaluación integral (personal y ambiental).
  2. Planteamiento de objetivos y estrategias para la terapia.
  3. Implementar y monitorear la terapia.
  4. Evaluación de los resultados en conjunto.

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